10 fabulosas ideas para pintar tu pared

Belén F. Escribano Belén F. Escribano
homify Modern Mutfak
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Pintar las paredes puede ir mucho más allá de mojar el rodillo en un bote de pintura monocromático. Como si fuesen lienzos en blanco tamaño XXL, las paredes de tu casa son una oportunidad para dar rienda suelta a tu imaginación y plasmar en ellas todo lo que te inspire. Desde homify hemos hecho una pequeña selección con diferentes formas de interpretar cómo podemos pintar las paredes de casa o de un negocio, desde lo más obvio y sencillo hasta diseños que parecen salidos de un sueño indescriptible.

El brillo es vida

White, black, stainless steel and a vibrant splash of yellow. homify Modern Mutfak

Y como hemos dicho, de lo más complejo podemos saltar a lo más sencillo. Porque la pintura de pared es -si sabemos como emplearla- un elemento más de la decoración. Incluso un elemento protagonista. Esta cocina podría ser como muchas de las cocinas modernas a las que estamos acostumbrados, pero el amarillo limón de la pared a juego con el de las luminarias, la convierte en algo completamente diferente. Porque la vida de tu casa puede darla un simple bote de pintura.

Poesía en la pared

Si hay una pintura de pared que puede ser representativa de este post y que es capaz de abrirlo de forma rompedora, sin duda, es la de esta imagen. Realmente es un dibujo que habla por sí mismo y que prácticamente no da pie a las palabras. Lo que sí podemos decir es que, dentro de todas las opciones posibles, escribir en la pared es una que no suele ser la más empleada y, sin embargo, es la más poética. El salón de la imagen centra todo su protagonismo en el mural vivo en el que se ha convertido su pared, haciendo que ésta parezca tener movimiento propio.

Pelo en la peluquería

Y del salón o la cocina de casa nos trasladamos a una peluquería cuya pared se ha convertido en una inmensa obra de arte. Porque ya no se lleva eso de adornar el negocio con la publicidad típica que nos dan las diferentes marcas. Si de verdad quieres algo diferente, atrévete a escoger a alguien que pueda pintar uno -o varios- murales en la pared con un diseño propio y original que lo diferencie del resto de locales. Este caso, por ejemplo, hace del dibujo de una cabellera con mucho movimiento, la clave y la imagen de la marca. Peluquería habrá muchas, pero, con este diseño muy pocas.

Todo es susceptible de ser pintado

Y quien dice de pintar la pared, también puede hablar del suelo, el mobiliario y cada rincón susceptible de ser garabateado. No sabemos si es el salón de una casa, una sala de exposiciones o el escenario de un sueño, lo que sí podemos afirmar es que pocas veces la pintura ha hecho tanto por un espacio como es este caso. Los dibujos, la combinación de escenas y de tonos, así como la sensación de ser un montón de tinta expandiéndose con ritmo propio, lo convierten en un cuadro gigante donde la naturaleza está muy por encima del resto de elementos. La sensación de fluidez es tal, que el suelo parece un río de tinta en movimiento. Sencillamente espectacular.

Una catarata de cuarto de baño

Puedes utilizar parte de la pared escogiendo un dibujo más icónico y sencillo, o tomarte muy a pecho eso del lienzo en blanco y realmente pintar tu propio cuadro en cualquier habitación. En este caso, tratándose de una pared sobre una bañera, la idea de una imagen acuática donde el reflejo del agua es casi más importante que lo que hay sobre ella, y con el juego, además, el juego cromático de azules que ello conlleva, es perfecto para reflejar esa sensación de paz que debemos encontrar en un espacio como éste. 

Contraste complementario

Sin embargo, hay azules y azules. Tratándose de dos baños -el anterior y éste- donde la pintura azul tiene gran parte del protagonismo, se refleja perfectamente cómo no pueden ser más diferentes. Porque cómo pintemos una pared es importante, pero dependiendo de cómo se decore posteriormente esa habitación, entre un ejemplo y otro puede haber millas de distancia. En el caso anterior los azules mezclados con el diseño minimalista y enteramente blanco, da una sensación muy luminosa a la vez que fría y pacífica. Sin embargo, el tono más oscuro combinado con el amaderado del aseo, da una sensación muy rústica y acogedora al mismo tiempo. 

¿Es oro lo que reluce?

A Gustav Klimt le perdía el dorado y no le faltaba razón. Seguramente, si el pintor hubiese tenido que escoger una forma de pintar su casa, este diseño habría sido el triunfante. Un canto a los tonos metalizados se mire por donde se mire, en el que su creador se niega a decidirse entre el plata o el oro. Pudiendo tener ambos… ¿Quién se querría quedar sólo con uno?

Rompiendo la cuarta pared

Lo de utilizar flores para pintar una pared parece ser una de las opciones estrella. Pero, al igual que sucedía con los azules, el cómo decidamos emplear el floreado puede cambiar radicalmente el diseño de una habitación. En este caso el dibujo es mucho más marcado –incluso infantil- que en la sala de tonos lilas. Un diseño perfecto para dar un toque vivaz y animado a cualquier estancia sin perder además ese toque de originalidad que ya le da el sólo hecho de no pintar una pared con un tono liso sin más. La clave en este diseño está en que el dibujo va más allá de lo que podríamos entender como el marco, y se adentra en la pared contigua desafiando la barrera impuesta por la esquina. Siendo un diseño más estático que otros que hemos visto, ese pequeño detalle rompe el molde.

Murales en blanco y negro

Contrastes y más contrastes, negro sobre blanco y blanco sobre negro. Las líneas simples de colores monocromos, y además en blanco, negro y gris, ahora mismo dan sensación de modernidad y un estilo simple pero efectivo y efectista. Formas vegetales, como ramas que brotan del suelo, ayudan a convertir es espectaculares murales dignos más de un artista urbano que de un pintor o un decorador de interiores. El nacimiento de un nuevo estilo de arte: el arte hogareño.

El tiempo vuela, es un hecho. Y eso se representa graciosamente en este reloj pintado en la pared, una forma sutil y preciosista de decorar un muro, a la par que útil. Un bonito reloj en forma de diente de león, una pizca de pintura que convierte un tabique en un lienzo que podemos estar, literalmente, mirando las horas pasar. Las paredes de casa son ahora una zona más donde expresar nuestra libertad creativa y nuestra vena más espontánea, ¿te animas a aprovecharlas?

Tempus fugit

El tiempo vuela, es un hecho. Y eso se representa graciosamente en este reloj pintado en la pared, una forma sutil y preciosista de decorar un muro, a la par que útil. Un bonito reloj en forma de diente de león, una pizca de pintura que convierte un tabique en un lienzo que podemos estar, literalmente, mirando las horas pasar. Las paredes de casa son ahora una zona más donde expresar nuestra libertad creativa y nuestra vena más espontánea, ¿te animas a aprovecharlas?

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