Tener una casa pequeña, no significa que deba tener una fachada bien diseñada que transmita calidez, modernidad y mucho estilo. Con un buen diseño, los materiales y los colores adecuados, se puede conseguir una entrada espectacular a pesar de su tamaño. En el libro de hoy, tenemos 10 ideas que estamos seguros serán una buena fuente de inspiración para renovar tu fachada actual o para un próximo proyecto.
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Una opción para lograr que la entrada de una casa pequeña se distinga frente al resto de las construcciones a su alrededor, es una buena combinación de materiales: la alianza entre la madera, el cristal, el concreto y la presencia de la naturaleza gracias a un jardín frontal acorde con el tamaño y el diseño de la casa, nos darán como resultado un proyecto asombroso, moderno y con gran personalidad.
El combinar colores en la entrada de la casa, especialmente cuando es pequeña, nos ayudará a darle profundidad y dinamismo, sin caer en los excesos; es por eso que la decisión de colores sobrios como los tonos azules con el marco posterior en blanco adornado con celosías metálicas, aporta privacidad al interior y permite asomar una cálida iluminación que nos invita a tocar la puerta.
El juego de materiales, colores y elementos arquitectónicos en la entrada de esta casa, parecen sencillos pero son de gran riqueza estética. Dividida en dos partes, tenemos un enrejado que permite el ingreso de la luz y del aire, con lo que adquiere ligereza, mientras es cubierto por unas vigas de madera espectaculares. Por el otro lado, un gran muro blanco añade texturas naturales con la piedra y es decorado por un jardín minimalista que le aporta color y naturalidad.
Un muro de piedra laja al costado de la puerta de madera, son suficientes para enaltecer la belleza de esta pequeña casa compuesta por dos volúmenes de color blanco. De líneas rectas puras, la composición de este diseño es perfecta cuando los metros cuadrados son escasos, lo que permite imprimirle elegancia y modernidad. El detalle de las ventanas en tamaños contrastados y la celosía en el bloque superior, rompen con la monotonía con discreción.
El diseño de la fachada de esta casa envuelve texturas y colores en donde se pueden percibir varios estilos, culturas y tradiciones. Compuesta de un sólo volumen asimétrico de colores neutros que que la hacen lucir acogedora y cálida, está decorada con una pérgola metálica que le añade mayor encanto a la entrada de la casa.
Los colores y los materiales empleados en la fachada de la casa, le darán el estilo y la personalidad que definirá a tu casa. En este ejemplo vemos materiales al desnudo como el ladrillo, que le imprime una textura acogedora y el color amarillo combina a la perfección para aumentar la sensación natural del concepto.
El piso de cerámica que hace el papel de un pasillo para conducirnos a la puerta principal de madera, acompañado de macetas en diferentes formatos, le da un encanto muy especial.
Dentro de la gama de los colores neutros, también está el gris. Este color es distinguido y también resulta una apuesta segura para decorar la fachada y la entrada de la casa; combinando varios tonos, se genera la profundidad necesaria para otorgarle el protagonismo a la entrada, logrando que el acceso sea el punto focal de la fachada. Unas plantas le darán un toque de vida excepcional.