Ubicada en la hermosa ciudad de Querétaro, esta casa de 384 metros cuadrados ¡deslumbra con su presencia!
Hoy conoceremos por dentro y por fuera la edificación de una linda residencia que rescata algunos elementos de la arquitectura tradicional de su región: estructuras de piedra, techos de tejas y terrazas de madera, pero que además estos detalles se integran en un diseño contemporáneo y funcional para los requerimientos de nuestro tiempo, en espacios interiores muy amplios y en claras estancias llenas de luz. Te invitamos a continuar y conocerla.
La residencia en su conjunto fue concebida como un todo, con un diseño uniforme y elementos que destacan entre los volúmenes. Grandes piezas de piedra, sólidos techos con estructura de madera, amplias terrazas y patios y juegos de pretiles entre las pendientes cubiertas de teja crean un aspecto juguetón y muy atractivo que deslumbra e impresiona desde lejos, en el paisaje.
La fachada que corresponde a los accesos principales es más simple por sí sola, pues el secreto del encanto de esta vivienda es su diseño integral, el conjunto de vistas y elementos. De este lado se encuentra un claro protegido por una terraza, para el aparcamiento de los autos. Junto a ella se ubica la entrada peatonal, a la cual se llega tras recorrer un sendero rodeado de jardín, y cuyo umbral está protegido por un gran volumen de piedra en tonos grises, que destaca, imponente, entre las blancas superficies de las paredes.
La zona social es un gran espacio que se comparte entre el comedor, la cocina y la estancia, y cuyo ambiente se extiende hacia la terraza por medio de una gran pared acristalada que permite la entrada de luz y la vista del paisaje.
La terraza está preparada para recibir una linda salita de jardín y un amplio comedor para compartir con la familia el asado del domingo, dándole uso al horno-estufa al final del espacio.
En la segunda planta un largo vestíbulo distribuye los accesos a las habitaciones, y grandes ventanas permiten la entrada de luz natural, además de un lindo tragaluz con estructura de madera.
El paisaje alrededor es lindo y fresco, y es muy bien aprovechado gracias a este amplio ventanal ubicado en el vestíbulo de la segunda planta.
Al frente y sobre el garaje, una gran terraza invita a disfrutar del entorno, de la compañía de los amigos y de las tertulias los fines de semana. Destaca la piedra natural en tonos grises sobre la blancura del conjunto.
Nos despedimos con esta vista general: lucen impresionantes los muros de piedra, en los que destaca la gran chimenea del horno de la terraza y el sendero ajardinado que lleva a la entrada principal. Un buen diseño concebido como unidad, en donde cada detalle y elemento embona a la perfección con el resto.
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