Por alguna razón el buen dormir va acompañado del orden. Y el buen despertar también va acompañado del orden. La peor bienvenida matutina es encontrarnos con la cocina sucia, la sala desordenada y las demás áreas de la casa en igual estado de caos.
La única forma de eliminar las tareas de emergencia como los son lavar la vajilla antes de hacer el desayuno o arreglar la cama justamente antes de dormir es ejecutando estas tareas importantes antes de que se conviertan en tareas urgentes. Cuando dejamos esas actividades para última hora se convierten en urgencias y ellas en estrés en insomnio.
Hemos tomado las fotos de diseñadores prestigiosos para ejemplarizar algunos casos que nos podrian llevar a situaciones de inmsonio.
Después de un día agotador con muchas responsabilidades nos dedicamos a preparar la cena o tal vez la comida para llevar al trabajo. Estas actividades nos exigen altas dosis de organización mientras las elaboramos. Ello implica ir ordenando y lavando mientras vamos avanzando en la faena de la cocina. Pero lo que sí es aterrador, es dejar toda la cocina olvidada con el desorden y verla en la mañana en un estado deplorable, que nos da unos buenos días con muy mala cara. Entre un poco de esfuerzo adicional antes de dormir y verla en desastroso estado al levantarnos, es mejor la opción de dejarla ordenada la noche anterior.
Lo mismo ocurre con la sala de estar. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Siempre habrá que ordenar la sala, pero lo que debemos optar como habito, es ordenarla una vez que la usamos y no antes de usarla. Es resolver el orden oportunamente, de esta manera llevamos a cabo una actividad importante antes de que se convierta en una actividad urgente.
Algunas cosas hay que llevar el día siguiente para la escuela, la universidad o el trabajo. Puede ser unos papeles, unas bolsas o unos envases de fruta para el régimen alimenticio vigente y cumplir con la ración dietética a la hora adecuada, mientras estamos en la calle. Se trata entonces de prepararlo todo la noche anterior y tenerlo listo para el día siguiente.
Tal vez nos cueste tanto ser ordenados por la poca disciplina y estimulo para guardar nuestras cosas cuando eramos niños. A nadie le gusta ordenar en realidad, pero si, nos acostumbramos a ello, lo haremos solo para ver sus resultados.
En la oficina o el estudio, la misma urgencia del orden. Un dicho gerencial establece que las personas incompetentes mantienen sus escritorios desordenados y por ello le es imposible saber sus prioridades. Ordenar la oficina implica ordenar la agenda y generar estimulo para lograr las metas.
Si la zona de lavandería y planchado de la casa, esta en perfecto orden y es un área decorada y valorada; las faenas que alli se llevan se interpretaran de otra manera. Además los resultados seran los esperados, la ropa en perfecto estado.
Pero el orden es dentro y fuera. De que vale tanto orden, si al levantarnos no encontramos lo necesario y las combinaciones seleccionadas fueron el resultado traumático de vaciar el armario para encontrar lo adecuado. Tal vez la premisa debe ser empieza por el armario.
Diversos estudios han demostrado la dificultad para el descanso que producen los aparatos electrónicos cuando estan en la habitación. Pues, bien agreguemos a la lista sacarlos del dormitorio.
Si deseas más inspiración acerca de los aspectos tratados, te recomendamos leer: 20 ideas ideas geniales para mantener el orden en tu cocina y Las doce peores costumbres de las casas desordenadas