Estás a 6 pasos de… ¡tu propia cerveza artesanal!

Jerónimo Moretti Jerónimo Moretti
Oscar Santomé Diseño: modern tarz , Modern
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Los fanáticos de la cerveza se cuentan por millones. Y siempre tienen una lata o una botella en el congelador para cuando sea necesario saciar la sed. Y cuando no, hay que comprar otra. Entonces vamos al supermercado y nos encontramos con las marcas de siempre y precios que van desde lo razonable a lo exorbitante. 

Pero las primeras marcas de cerveza muchas veces ofrecen una bebida que no se caracteriza por su rico sabor o delicada textura. Más bien se trata de una imitación de la verdadera cerveza artesanal, que incluso podemos hacer en nuestra casa a un bajísimo costo y de manera muy fácil. Y seguramente mucho más rica que la cerveza comercial.

Además, quién sabe, si todo resulta bien podemos motivarnos y hacer nuestra propia empresa.

1.Espacio disponible

Lo primero es tener un espacio para elaborar la cerveza, proceso que suele manchar y ocupar bastante lugar. Si tenemos una cocina más o menos amplia, con eso ya alcanzará. Ahora, si vivimos en un monoambiente con una cocina diminuta entonces recomendamos hacerlo en otro lugar. 

Para hacer la cerveza necesitaremos una olla gigante, por ejemplo, y mucho pero mucho espacio para dejarla reposar. Así que es fundamental disponer de un cocina amplia que nos permita elaborar con paciencia la cerveza y al mismo tiempo cocinar otra cosas para las comidas diarias.

3. Tener acceso a agua, gas y energía

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Sin estos tres elementos, va a ser muy difícil que podamos elaborar nuestra cerveza. Debemos estar seguros de tener acceso a gas, agua y energía de manera constante. Una vez que tengamos esto, más la ventilación adecuada y el espacio libre, lo primeor que deberemos hacer es maltear la cebada en una olla grande y luego mezclarla con agua caliente. De ese modo, se irá conformando una especie de papilla que deberemos mantener en el fuego durante dos horas a 65°C. 

Extraemos el agua y aparecerá el mosto, un líquido denso y dulce que es fundamental  en el proceso. El mosto debe ser hervido durante una hora y media, durante la cual deberemos ir agregando el lúpulo. Cuando termina el hervor, revolvemos con fuerza para dejar los residuos bien en el fondo.

Y entonces llega la parte más importante: debemos lograr que el producto llegue a los 20°C lo más rápido posible. Para lograrlo, pasaremos la cerveza por el interior de un caño de cobre previamente enfriado con hielo. 

Una vez hecho esto, se agrega la levadura hidratada desde las 24 horas previas a su incorporación. Esta mezcla la pasamos a un recipiente donde se cumplirá el proceso de fermentación. 

La preparación debe dejarse una semana en un lugar fresco y oscuro. Luego deberá transportar a otro recipiente fermentador y dejarse al frío por una nueva semana. Luego de siete días, la cerveza ya debe estar en condiciones de ser embotellada. ¿Todo listo? No. Deberemos dejar las botellas unos quince días en la heladera. Y ya está. Ahora a disfrutar de nuestra propia cerveza.

4. Equipamiento

Para los que se inician en la elaboración de cerveza, lo principal es empezar con un kit para elaborar cerveza a partir de mosto preparado. La inversión inicial no es tan alta y realmente ayuda a quienes  le tienen algún temor a esto de hacer cerveza. Estos kits son fáciles de conseguir incluso por Internet. 

Ahora, si decidimos que queremos hacer todo el proceso completo deberemos tener en cuenta qué material nos hace falta. Lo primero que debemos saber es qué cantidades de cerveza queremos elaborar: 20, 30, 50, 100 litros… Teniendo en cuenta esto debemos comprar el macerador y la olla de cocción, todo ajustado a estas medidas. 

También necesitaremos un molino para moler la malta. Hay tiendas en internet que venden el grano ya molido pero se recomienda moler justo antes de elaborar la cerveza.

¿Qué más? Necesitaremos un macerador, una bolsa o rejilla para los granos, y el famoso enfriador.

6. ¿Remodelar el garage?

Si no tenemos lugar en la cocina o queremos nuestro propio espacio para no estorbar, una buena idea es remodelar el garage para preparar allí nuestra cerveza. Hay numerosos casos, incluso de marcas artesanales comerciales, que han sido exitosos al usar el garage como centro de elaboración.

Además del espacio, un garage nos saca de encima el problema de los olores de la fermentación. Y puede ser un buen primer paso para empezar la comercialización de este brebaje delicioso. 

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