De modo cotidiano se describe al color lavanda como un tono pálido del morado pero, ¿cómo habrá surgido este color que es el protagonista de este libro de ideas? ¡Descubrámoslo!
Su nombre lavanda
es una palabra proveniente del latín “lavandus-a-um’, que puede traducirse como “lo que debe lavarse”. De esta lengua emigró al francés “lavande” y al italiano “lavanda”, de donde lo adoptó el castellano.
¿Color lavanda en la decoración?
Hoy en día, con este nombre se denomina a un color que es sumamente versátil en la decoración; sin mayor problema puede lucir en una recámara rodeado de colores neutros, o en una sala con una paleta de color más atrevida, es decir, lavanda en compañía de un verde vibrante, o con cualquiera de los tonos que evoca la noche, esto porque genera contrastes muy interesantes.
Con tan sólo notar la gran versatilidad del color lavanda en la decoración, nos ha surgido una absoluta fascinación, si te pasó lo mismo continúa en homify conociendo más sobre él para que te atrevas a incluirlo para decorar tu hogar.
¡Toma nota!
Planta: en botánica, la lavanda es una planta de la familia de las lamiáceas, que llega a incluir a 30 especies de plantas denominadas subarbustivas, es decir, que crecen en forma de arbusto bajo. Este tipo de planta es de origen asiático y hoy en día se cultiva extensamente para usos ornamentales y aromáticos.
Color: en pintura, lavanda es un color que se obtiene al mezclar dos o más pigmentos. Puede ser violeta y blanco si nos centramos en la pintura; o rojo, verde y azul si nos enfocamos en colores HTML. Fue en de década de 1930 cuando del diccionario del color denominó a un tono con ese nombre.
Aroma: como un esencia aromática, la lavanda se obtiene como aceite de la planta del mismo nombre. Desde hace ya muchos años dicha aroma es una de las favoritas en perfumería, esto debido a que es extremadamente fragante.
Como ya lo pudimos observar, hoy en día la lavanda es un término utilizado en diversos sectores: perfumería, decoración, botánica, interiorismo, etcétera. Sin embargo, es menester señalar que el arbusto de lavanda fue el origen de todo.
Esta planta de hojas habitualmente dentadas o pilosas, con brotes en vertical, y capullos pequeños y poblados, es el origen del color lavanda, pues los capullos son precisamente de ese color y son la parte donde se concentra esa aroma tan especial.
El color lavanda en el diseño y decoración, como cualquier otro, es definido mediante códigos.
El código HTML (el que se utiliza en sitios web) del color lavanda es complicado de identificar, es decir, dependiendo la saturación de algún color que lo compone puede ser más intenso o más pálido, y esto hace que su código varíe. De hecho esa variación de colores puede crear los distintos matices de lavanda.
Pero el código HTML que más respeta la definición del lavanda como un morado muy claro que toca los linderos del azul es: #E6E6FA.
Cabe destacar que este código se construye con un signo numeral, seguido de la intensidad de los colores rojo, verde y azul, escritos en notación hexadecimal, por eso la presencia también de letras en el código.
Además del código de color hexadecimal #E6E6FA, el lavanda tiene otros códices para ser identificado en distintos contextos y usos.
Lo mágico de un color terciario como el lavanda es que puede tener una infinidad de matices cuando se varía un poco la intensidad de alguno de los colores que lo componen. Su gama de opciones es muy amplia, pero te mencionamos algunos para que veas que la paleta cromática del lavanda es verdaderamente rica.
Los siguientes colores se logran al jugar con el lavanda y el morado.
Malva: también llamado orquídea debido a la similitud que tiene con el tono de las flores de esta planta, es una variación del lavanda pero con un matiz más rosado.
Púrpura lavanda: este color es mucho más intenso que el lavanda, pero un nivel más bajo que el morado original, por ello esa fusión de nombres; así se da a entender que es un color más pálido que el púrpura como tal.
Lavanda brillante: este tonalidad no le agrega más intensidad cromática al lavanda, sólo le otorga un satinado, perfecto sobre todo en textiles, pues el juego de luces que logran los destellos es fenomenal.
Lila: este color, similar al malva, tiene un tono más rosado, debido a que es obtiene al agregarle al lavanda un toque más de magenta.
También hay tonos de lavanda muy interesantes que se logran al jugar con colores azules.
Azul lavanda: con un poco más de azul que lo normal, se obtiene este tono de lavanda que es perfecto si lo que se busca es un color más frío.
Lavanda claro: Con un poco más de azul claro se obtiene este color, que es considerado ya como un matiz pastel del lavanda.
Ya que vimos que el color lavanda tiene muchos matices no te resultará una sorpresa que te digamos que es muy fácil utilizarlo en decoración, puesto que es un color muy versátil y con una presencia tan discreta que permite ser usarlo en multitud de ambientes sin saturarlos.
Para que tengas éxito en su uso dentro de diversos espacios, empieza por pintar las paredes de color lavanda y utiliza los matices que vimos antes en distintas capas o en accesorios; de este modo conseguirás un dinamismo muy interesante.
No hay lugar de la casa donde se quiera respirar calma y sosiego que no acepte al color lavanda, al contrario, es una tonalidad perfecta para recámaras, salas y recibidores, pues todas estas áreas tiene en común el hecho de ser zonas de descanso.
El lavanda es un tono muy claro para exteriores y es posible que se pierda, es decir, que no se aprecie desde lejos; sin embargo, con el simple hecho de usar alguno de sus matices más intensos como el malva o el púrpura lavanda, no habrá problemas.
La manera más sencilla para combinar el lavanda con otros colores es diseñar paletas cromáticas. Aquí algunas buenas alternativas.
1. Lavanda+rosa+verde: la combinación de estos tonos simboliza primavera, crea una sensación de paz y denota mucha alegría.
2. Lavanda+beige+rosa: estos colores crean un ambiente más romántico pero al mismo tiempo acogedor.
3. Lavanda+azul acero+gris: esta combinación es muy concreta, se enfoca en tonos claros para aportar ligereza en la decoración.
Con todo lo que ahora ya sabes acerca del color lavanda, corre por las habitaciones de tu casa y elige cuál será la primera en teñirse con él.