10 pasos para conseguir un atractivo salón moderno

Karen Ayerve Karen Ayerve
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Desde aquel salón de decoración cuca que Billy Wilder nos mostró en The Apartment, hasta la casa robotizada de Tony Stark, el diseño de salones ha experimentado una evolución considerable con la incorporación de nuevas tendencias, elementos y accesorios, que en muchos casos convierten nuestro hogar en una réplica futurista de lo que está por venir. He aquí la pregunta del millón cuando afrontamos la tarea de decorar el salón de casa: de entro todos ellos, con qué estilo nos quedamos.

En esta ocasión, desde homify hemos querido hacer de este libro de ideas, un homenaje a las formas de la decoración moderna. La razón es muy sencilla: de todos, es el estilo en el que más se nos está permito jugar e incorporar a nuestras anchas, lo mejor de todos los demás. Es, en otra palabras, una convergencia de lo que hubo, y de lo que vendrá. A continuación, los 10 principios de los que bebe un buen salón moderno donde los haya. ¿Nos acompañas en este recorrido?

1. Un poco de esto, y un poco de aquello

Dentro del estilo moderno, podemos movernos desde tendencias más clásicas, hasta las más vanguardistas, que nos acercan, en este caso, a un diseño de carácter minimalista. No es el caso de nuestro primer salón, inspirado en la decoración colorida y de estampados muy de los años 60, véase reflejada en la mesita central, los cojines y el animal print de los puffs que se han colocado en la esquina. Sin embargo, no se han obviado otros elementos que nos devuelven a la realidad de pleno siglo XXI: la decoración de cortinas, paredes y suelos. Bien decíamos al abrir este post que aquí todo es quedarse con lo que más nos gusta de cada estilo.

2. Espacios amplios

Ahora sí entramos de lleno en un salón de diseño moderno. La regla de oro de este tipo de espacios es la amplitud: cuanto más grandes, más luminosos y mejor. Aquí, los tonos neutros las llevan todas de ganar puesto que aportan elegancia y carácter, y ya que hablamos de espacios amplios, estos se convierten en nuestros aliados para mantener coherencia cromática con el resto del salón. Eso sí, para que la estancia no quede demasiado aburrida, podemos añadir ciertos puntos de cargar visual, en este caso, a través del azul metálico de los cojines. Por último, tener en casa un salón de tamaño considerable nos permite crear diferentes espacios que van de los más urbano, a los más tropicales. Sólo hace falta fijarse en el pedacito de playa que se ha instalado en una esquina de este salón. Genial, ¿verdad?

3. Sillones con clase

El azul eléctrico es de esos colores vivos que nunca pasa de moda, y mucho menos, cansa. Si pensamos en darle más protagonismo, más allá de en pequeños cojines, podemos empezar por hacernos con un sillón individual en esta tonalidad, siempre y cuando en el resto de la decoración sean todo grises y blancos. Una forma estilosa de personalizar este mueble al grito de este sillón es mío.

4. Iluminación de diseño

De nuestra siguiente inspiración, podríamos señalar muchos detalles en su decoración, nosotros sin embargo nos vamos a fijar en la lámpara de techo que se balancea en las alturas, cual pieza de arte contemporáneo. Más allá del toque de color que puedan aportar ciertos accesorios, una combinación infalible es la del B&W, que en este caso se ha reservado para la lámpara. Y aunque la regla dicta que lo mejor es distribuir la iluminación por zonas, nunca está de más hacernos con una de luces blancas cuyos destellos alcancen a toda la estancia.

5. Revestimiento de paredes

El diseño de este salón es el no va más de la sofisticación. Por una parte, tenemos los grandes ventanales que han llegado a sustituir paredes enteras, un techo de acabado en madera, y nuestro favorito: la partición a modo de panel que se ha levantado en medio del salón para separar comedor y sala de estar. Tapizado con papel en textura caracol, nos da la sensación de estar ante una superficie en relieve, sobre todo cuando nuestra vista alcanza las tres luces led que se han colocado simétricamente. Una diseño vanguardista, obra de la casa Artur Akopov.

6. La fiesta del color

De la época de los años 60, el modernismo se quedó con sus ganas de experimentar y jugar con los distintos colores y formas. El diseño de la fotografía recoge su mejor herencia al transformar parte del salón, en una improvisada barra de bar vanguardista, aunque para moderno, y hasta algo futurista, el diseño cónico de las sillas y la paleta de colores que se ha utilizado: los de la pluma de un pavo real. Ojo al detalle del gramófono que yace sobre la mesa, un guiño a la inspiración del modernismo en épocas pasadas.

7. Aprovechando espacios

No es necesario tener un salón del tamaño de un estudio para hacer de él un espacio luminoso y de estética renovada. De hecho, podemos hacer de su defecto, su mayor virtud, al aprovechar entornos a través de líneas rectas y más bien sencillas, para huir de la sensación de sobrecarga visual. ¿Un armario empotrado debajo de las escaleras, o unas escaleras que nacen del armario convencional? Sea como fuese, estamos ante un diseño funcional, donde cada rincón ha sido aprovechado.

8. Demos la bienvenida al Pop Art

Seguro que todos le ponemos nombre al artista que popularizó allá por los años 60, un nuevo movimiento artístico en el que los cuadros que emulaban dibujos en un juego de contraste repartidos simétricamente a lo largo y ancho del mismo se convirtieron en su mejor carta de presentación. ¿Y qué mejor que hacernos con una de esta obras como una manera de proclamar una estética moderna en nuestro salón? Pues bien, a falta de un Warhol original, contar con un cuadro inspirado en su trabajo, es un must! y una forma de homenajear al que es considerado el gurú de la modernidad.

9. Adaptemos las formas geométricas

Muebles de estructura modular que no necesariamente siguen el canon de las formas geométricas, y cuya deformación más que ser fruto del azar, lo sea de las necesidad del espacio. Eso sí, si son multifuncionales, ¡mucho mejor! En esta línea, contamos primero con un diseño de escaleras en caracol cuya parte exterior queda libre para cuando necesitamos tirar de más fuentes de almacenamiento. Y segundo, la sencilla pero práctica, estantería en forma de pirámide para mantener el salón siempre organizado. Muebles funcionales que son siempre bienvenidos cuando los metros cuadrados brillan por su ausencia.

10. La fórmula del estilo

Y en definitiva, el arte moderno, a diferencia de lo que llamamos tendencia, no es una moda ni se acaba de inventar durante los últimos años. El arte moderno, es atemporal, bebe de sus movimientos pasados, los combina, añade sus propuestas y rompe con las más tradicionales. Recuerda que el arte está en todo aquello en los que encontramos belleza. Nosotros cerramos nuestro decálogo del buen salón moderno con esta última propuesta de la casa StudioMDA. Una imagen vale más que mil palabras.

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