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El cuarto de baño por lo general suele ser un espacio de dimensiones pequeñas, aprovechando al máximo cada metro cuadrado disponible. Con las nuevas tipologías de vivienda ubicadas en ciudades con alta densidad poblacional, los baños pasaron de tener la típica tina o bañera a utilizar duchas y regaderas, utilizando menos espacio en planta para cubrir la misma necesidad. En esta transición, los cubículos o cabinas de regadera comenzaron a hacerse populares, presentándose en una infinidad de estilos y diseños fáciles de adaptar a cualquier espacio. Desde cabinas acristaladas, hasta la típica puerta corrediza, estos elementos comenzaron a implementarse en casi todos los diseños de apartamentos y viviendas donde cada rincón debe aprovecharse al máximo.
Si remodelaste tu baño, o simplemente tienes curiosidad de aprender, este libro de ideas te enseña como instalar el cubículo de la ducha en solo 6 sencillos pasos. ¡Sigue leyendo y toma nota!
Primero y principal, debes revisar en que estado se encuentran las baldosas del piso de la ducha. En caso de que éstas se encuentren en mal estado y dependiendo del resultado final que desees, lo ideal será reemplazar las mismas o utilizar un cubículo de ducha que incluya el plató del piso, de esta manera no tendrás que realizar una remodelación en el futuro cercano. Luego de chequear el estado del piso, toma las medidas del espacio útil que encerrarán las paredes del cubículo, de esta manera sabrás tamaño y modelo se adaptará mejor a tu baño.
Con todas las piezas de la ducha desglosadas, lo primero que se debe instalar son los rieles de piso y pared para las puertas. Antes de comenzar, lo ideal es armar por completo el cubículo de la ducha para cerciorarse donde deberán colocarse los rieles de manera de que encajen perfectamente con las puertas. Ten a la mano un nivel, destornillador, tornillos y un marcador para proceder a la instalación de los rieles. Utilizando el nivel, asegúrate que los rieles de la pared se encuentren completamente verticales y formando un ángulo de 90° con el riel del suelo, de esta manera la puerta se deslizará correctamente y la estructura será estable y fuerte. Con la ubicación final marcada, procede a fijar los tornillos con el destornillador, asegurándote de que los rieles estén totalmente presionados contra el piso y la pared.
Ejemplo: el hermoso baño que han diseñado los caraqueños OBJETOS DAC.
Con los rieles en su posición, toma los paneles fijos del cubículo y procede a insertarlos dentro de los rieles. Este trabajo necesitará de ayuda extra para poder calzar las piezas con mayor facilidad debido a sus dimensiones y peso (¡No querrás romper el panel de cristal!). Según el diseño que elijas, los paneles pueden ser de vidrio, acrílico o policarbonato, teniendo la opción de combinar distintos materiales y colores para un diseño personalizado.
Con los paneles fijos ya posicionados sobre los rieles, cerciórate de que éstos estén en la ubicación deseada, quedando fijos y bien asegurados a los rieles de pared y piso. Si cometiste un error colocando una pieza en el lugar o la manera equivocada, este es el momento para desmontarla y asegurarte de que quede en la posición ideal. Recuerda que los paneles fijos no deben quedar flojos o sueltos ya que pueden desprenderse y ocasionar accidentes. Este diseño muestra una estructura metálica moderna y futurista que sostiene los paneles traslúcidos de cristal de manera magnífica.
¡Ahora sí! Con los rieles instalados y los paneles fijados, llegó el momento de darle el toque final a la ducha. Instalar la puerta de acceso, ya sea corrediza o vaivén requiere un poco más de tiempo y paciencia para lograr que este elemento quede perfectamente alineado con los rieles y los paneles ya instalados del cubículo. Si es corrediza, la instalación será un poco más fácil ya que solo debes insertar la puerta en los rieles. Si es de vaivén, tómate tu tiempo encajando la puerta a las bisagras y fijándola con la misma precisión en los diferentes puntos de apoyo.
Con todas las piezas instaladas y fijadas en su sitio, no puedes pasar por alto sellar las uniones entre los rieles, las paredes y el piso. Este paso es fundamental para evitar que el agua de la ducha se filtre a través de las uniones del cubículo y los cerramientos donde se apoya. Aunque no lo consideres necesario, es imperativo que coloques silicón por todo el perímetro del cubículo, tanto externo como interno. Para esto, toma una pistola especial para derretir el silicón y aplicarlo en las uniones deslizando la punta lo más cerca posible de los rieles y el piso o pared.
Ahora que conoces el paso por paso, ¿Qué esperas para instalar tu propio cubículo?
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