Se acerca el verano y si tienes espacio en tu patio o jardín, ¿te imaginas construir una piscina? En este libro reunimos todos los pasos para hacer ese sueño realidad. Pero antes tres recomendaciones:
Existen tres tipos de materiales que son populares en piscinas. Nos referimos al hormigón, revestimiento de vinilo y fibra de vidrio.
Las piscinas de hormigón están diseñadas a medida y se pueden construir en cualquier tamaño o forma. Por lo general, llevan más tiempo de instalar: entre 3 y 12 semanas, pero son más resistentes y duraderas. Además se pueden remodelar, ampliar y actualizar.
Por otro lado, las piscinas de vinilo están hechas de un revestimiento flexible preformado que encaja en el orificio y se adhiere a un marco de pared reforzado de acero, aluminio o polímero no corrosivo. La mayoría de las piscinas de vinilo son rectangulares, pero también hay disponibles en forma de L y de forma libre. Los revestimientos de vinilo vienen en docenas de patrones y colores para satisfacer las preferencias personales. El tiempo de construcción de una piscina revestida de vinilo es generalmente de 1 a 3 semanas.
Las piscinas de fibra de vidrio se moldean de fábrica. Llevan un acabado de capa de gel súper suave que es extremadamente duradero y resistente a las manchas. A diferencia del hormigón, no son porosas, por lo que tienden a usar menos productos químicos. Se pueden instalar mucho más rápido que otros tipos de piscinas. En algunos casos, la instalación lleva tan solo tres días.
Una vez que se ha decidido el lugar en el que irá la piscina es tiempo de comenzar con la obra. Primero se debe cavar un hoyo con una excavadora o retroexcavadora pequeña. Para piscinas con revestimiento de fibra de vidrio y vinilo: el orificio debe estar lleno de tierra y/o arena para formar una base sólida.
En las piscinas de hormigón el orificio es esencialmente la forma de la piscina, ya que el concreto se rocía directamente sobre él.
Luego se prepara la superficie. Elimina objetos peligrosos. Debes asegurarte de que no haya rocas u otros elementos sobresalientes alrededor que puedan perforar el revestimiento de la piscina.
Las paredes deben quedar uniformes y alienadas. Emplea madera y acero para cercar la superficie.
Después un plomero o electricista finalizará el trabajo, conectando todas las tuberías y artefactos eléctricos y de iluminación.
Finalizadas las instalaciones, se debe colocar el suelo y las paredes. Vuelca el hormigón y alisa. Para las paredes utiliza ladrillo u hormigón.
Los acabados de una piscina ocupan un lugar central. Puedes escoger pintar la superficie o cubrirla con mosaicos o azulejos. Debe ser un material impermeable. Las venecitas, por ejemplo, son una de las opciones más frecuentes. Se consiguen en una amplia variedad de texturas y colores y son muy resistentes.
Otro aspectos a destacar son los accesorios. Puede elegirse desde pequeños hidromasajes a cascadas o fuentes.
Rellena el exterior con un material especial que quede tras las paredes de la piscina. Suele utilizarse grava. Finalmente llena de agua la piscina. De esa manera se comprueba que todas las instalaciones se encuentren en funcionamiento. Si bien el llenado de la misma lleva algo de tiempo se puede ir verificando todo en ese proceso.
Escoge cuál será el material que se usará para cubrir el perímetro de la piscina. Siempre es mejor llamar a un constructor especializado para esta parte del proyecto.
La mayoría de las piscinas se completan con terrazas, plantas o fuentes de agua. Dependiendo de su diseño, esta parte del trabajo también puede necesitar un paisajista, carpintero o plomero.
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