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Verde que te quiero verde. La primavera, que la sangre altera… Son muchas las referencias a un elemento que está, sin duda, inmerso en nuestra concepción del hogar. Acondicionar el jardín nos permite disfrutar de un espacio único en el que nos conquistan la frescura y la libertad. Un sitio en el que se juega, se corre, se come, se bebe y se ríe: esto hace que sea necesario equiparlo con un toque original que combine confort y diseño. Para aquellos que se sientan atraidos por la primavera, aquí encontrará algunas ideas. ¡Vivamos la vida en verde!
Hagamos de nuestro jardín un lugar de inspiración. Ganémosle espacio, a la vez que logramos una disposición óptica que lo convierta en un espacio sin parangón. Podremos formular así un nuevo concepto de jardín en el que la superficie de césped se reduzca y ceda el paso a una combinación de flores y plantas que se adecúe mejor a la naturaleza del terreno y llene nuestro espacio de color y vitalidad. Además, si pensamos en el bolsillo, esta opción economiza al máximo nuestro gasto de agua. Este diseño de Simbiosi Estudi de Paisatgisme logra el equilibrio perfecto.
El jardín: zona de contacto entre el exterior y el interior. Es lo que flanquea nuestra casa frente a la calle, el paso intermedio entre el mundo público y el mundo privado. Por ello, fusionemos lo natural y lo artificial en el jardín e inauguremos nuevos hábitos para la vida en él. Esta creación, Ducha vegetal, de Marc Grañén convierte a nuestro jardín en una nueva forma de expresión artística. Asimismo, la creación de PhotoKynetic S.L. dota a la ducha de un nuevo carácter, con el que devuelve al agua a su medio natural.
Una manera de sacar el mayor partido a nuestro jardín es jugar con su iluminación. Instalar un sistema de iluminación en nuestro jardín nos permite que su uso no se limite a las horas de luz, sino que nos regala la amplitud y frescura del jardín también para los momentos de oscuridad. Además, una iluminación de colores logrará que nos sumerjamos en una atmósfera impregnada de vitalidad y dinamismo. ¿Por qué no instalar lámparas, farolillos o velas por todo el jardín?
Objetivo número uno: disfrutar. El jardín ha de ser un espacio en el que nos sintamos bien. Ha de ser un sitio donde cocinar, comer, correr, gozar. Por eso, deberemos acondicionarlo a nuestro gusto: una sombrilla bajo la que refugiarnos del fuerte sol de verano; un conjunto de mesas y sillas que nos permitan disfrutar de agradables cenas o almuerzos con amigos; y sembrar flores y arbustos que llenen de olor y de color nuestro alrededor. Todo lo necesario para concretar un espacio propio que nos regale momentos inolvidables al exterior de nuestro hogar.
El agua: símbolo de fluidez. El poder del agua dará un estilo relajado a nuestro jardín. Un toque de frescura que nos transmitirá la agradable sensación de que nuestra vida fluye con nosotros. Por eso, un estanque o una piscina darán a nuestro jardín la sensación de serenidad que necesitamos en la vida actual. Incluso nos podremos dejar llevar por el relajante sonido de su movimiento. ¿Alguien da más?
