¿Adicto a los libros? Diez estanterías para colocarlos

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Todos tenemos una cantidad de libros considerable en nuestro hogar. Desde las enciclopedias que nos ayudaron a hacer las tareas de niños hasta la colección de novelas de nuestros padres, los libros técnicos de la universidad y los libros infantiles. Pero si somos de los que no podemos pasar un día sin leer o un mes sin un buen libro entre las manos, la colección se puede volver muy extensa… y pesada.

Algunos dirán que con los nuevos libros electrónicos se puede ahorrar espacio y por supuesto tiempo en la mudanza y hasta dinero, pero los que amamos los libros jamás podremos intercambiar sus características físicas y emocionales por bits y bytes. Solo el pensar en el aroma de sus páginas, el color que adquieren por oxidación al tiempo, la belleza de su encuadernado cuando son antiguos y por supuesto su valor casi numen de sus textos al ser primeras ediciones.

Por todo esto sabemos que los libros no dejarán de existir en mucho tiempo y en homify quisimos crear este libro de ideas para mostrar como los libros además de ser puertas a la imaginación, maestros, amigos… pueden ser hermosas piezas de decoración si vienen acompañados de un librero o estante fabuloso.

Clásico pero moderno

¿Alguna vez has visto esas películas que muestran grandes bibliotecas tan altas que requieren de una escalera corrediza para acceder a los libros? Este hermoso estante es una adaptación moderna de esa idea romántica que todos tenemos y deseamos al ver nuestros libros amontonados en pilas por las diferentes habitaciones.

Un poco de historia. El concepto de librero o estantería al que ahora estamos tan acostumbrados, en realidad aparece durante la Ilustración cuando las bibliotecas personales a gran escala comienzan a desarrollarse, porque ya desde mucho antes la biblioteca existía, solo recordemos la de Alejandría. Bajo un concepto muy básico tenemos tablas verticales que dividen el espacio entre ellas en cuadros o rectángulos con tablas horizontales, espacios donde se colocan los libros.

En la imagen se aprecia la biblioteca personal en un apartamento en Florencia que contiene 6 mil libros por lo que un buen librero no era suficiente y se opta por colocar una escalera que recorre el espacio de piso a techo corrediza mediante un riel empotrado al techo.

Desafiante pero Tímido

Este librero es bastante singular. Como pieza de mobiliario es un desafío a nuestras percepciones de lo que debería ser un librero cuadrado o rectangular, al momento de ser un polígono que ni con simetría cuenta.

Sin embargo, por toda su audacia, en realidad es una pieza tímida hecha a la medida y al diseño que le emplaza. Con varios compartimentos cerrados con una pequeña puerta, es más como un patrón casi expresionista.

¿Lo mejor? No solo tiene espacio para los libros, sino para otros objetos como la televisión, un sistema de sonido y hasta flores. Porque admitámoslo, amamos los libros pero hay quienes prefieren la televisión u otros distractores para desconectarse de la realidad.

No más cuadros

Gracias a la diversidad de materiales y formas de construcción con las que ahora contamos, es que podemos experimentar en el diseño de maneras antes inpensables. Además de que la posmodernidad nos da la oportunidad de olvidar los preceptos y las reglas de lo que debe ser.

Así, tenemos este librero de madera de roble blanqueado que decide romper con la clásica figura geométrica al conformarse de trapecios irregulares que no solo impulsarán nuestra creatividad en el diseño para incluir semejante pieza sino que también obligarán a nuestros libros a buscar nuevos emplazamientos y posturas.

Un diseño que rompe con el principio de forma sigue a la función para convertirse en función sigue a la forma dando como resultado algo bastante original y hasta divertido. Y si queremos ir más allá de lo obvio, encontraremos que además de libros, podremos almacenar una serie de objetos muy diversos que conversen de una u otra forma con cada espacio y den un aspecto totalmente diferente. Así este librero será idea para habitaciones creativas de estilo moderno o ecléctico y ¿lo mejor? dado que está compuesto por módulos, siempre podremos cambiarlos y tener un diseño diferentes cuando nos aburra.

Ilusión Óptica

Esta librero parece que se moviera por sus formas curvas y la apilación elegida. ¿Cómo se logra? mediante la curvatura de sus líneas de madera que se corresponden con una base igualmente curva lo que da esa imagen gelatinosa.

Esta pieza es versátil al poder apilar los elementos que la componen de la forma que deseemos siendo el único pequeño inconveniente que, particularmente para nuestros libros, será necesario contar con varios pares de apoyalibros para sostenerlos debido a que su curvatura se liga con una falta de rigidéz que solo se solucionará poniendo algo recto.

Energía en movimiento

Bajo el concepto básico de un librero o estantería, se decide jugar con las formas y adoptar un diseño más sesentero en un sueño de ácido. De esta forma tenemos la cuadrícula básica que servirá de apoyo con un toque extra que brindará fluidez y organicidad a la habitación.

Formas sinuosas, curvas sexys aportan vida no solo al mueble sino al espacio donde decidamos colocarlo, ¿el detalle singular? al respaldo de esta pieza se emplaza una colorida cuerda que se engancha a cada tramo de la estantería, sin embargo su presencia no es gratuita ni meramente decorativa puesto que cumple una función estructural: evitar deformaciones laterales.

Práctico y Reducido

Si nuestra colección es pequeña, o si la estamos comenzando, siempre es bueno desde un principio tener el hábito de colocarlos en su lugar y no apilarlos en el piso. En el momento en que un librero se vuelva demasiado pequeño será cuando debamos pensar en otro más grande que se adecúe a nuestras necesidades, pero en el inter siempre podemos contar con una pieza como esta.

A partir de un sistema de correas como las que se utilizan para las mochilas escolares, se entrelazan entre si para mantener firmes los entrepaños que sostendrán los libros. Si, parece fragil pero cuando se coloca a la pared es capaz de soportar el peso de una buena cantidad de libros.

¿La maravilla? se puede regular la distancia – altura de los tirantes para colocar libros de distintos tamaños sobre todo esos libros de mesita de café que suelen ser grandes y pesados.

Instantáneo y fugáz

Muy bien, esta estantería basa su diseño en lo puramente práctico de tal suerte que tener libros sobre ella por largo tiempo no es lo más óptimo. Sin embargo puede ser la estantería donde tener los libros por una tarde cuando estamos trabajando en algún proyecto especial y no queremos tenerlos todos apilados sobre la mesa. Pensemosla en algo así como estantes voladores que tendrán el libro necesario a la mano sin estorbar.

Tal como un cuadro a la pared, este sistema de entrepaños puede mantener cada uno pegado a su marco y aparentar un cuadro conceptual con varios rectángulos en su interior pero ¡oh sorpresa! cuando cada uno de esos rectángulos es un entrepaño que solo requiere bajarse y ser utilizado.

Una idea tan fascinantemente simple y funcional que nos deja atónitos. Y si te gustan este tipo de ideas innovadoras en el diseño, échale un vistazo a este libro de ideas.

Con aire de mar

Los libros son puertas a nuestra imaginación, si no nos creen, tan solo hay que leer Alicia en el país de las maravillas. Y si esto es verdad ¿porqué no hacer su lugar a la usanza de una de las muchas aventuras que nos ofrecen entre sus páginas?

Este bello librero echa de mano de sogas en color azul para mantener la tensión de las tablas que se curvan delicada pero resistentemente dando una sensación de un bote con diferentes plantas que podrá ser utilizado para colocar esos amigos que nos cuentan sus historias de la mejor forma.

A primera vista se verá frágil pero, al igual que el librero de correas de mochila, aguantará cualquier tormenta literaria y se mantendrá viento en popa y a toda vela con nuestra colección.

La Vuelta al mundo

Pero no en 80 días aunque si alrededor de cada una de esas páginas impresas de historias, de conocimiento, de reflexión y más. Así que, si podemos viajar en globo, si podemos ir de siberia a parís en cuestión de segundos, si podemos hablar con Goethe y Darwin en un instante, si podemos disfrutar de las tradiciones mexicanas y alemanas en un mismo día, si el mundo es un pañuelo, ¿porqué no hacer ese pañuelo un mundo redondo para nuestros libros?

Este librero no está hecho para libros redondos pero si para aquellos clásicos rectangulares, en su interior las repisas se mezclan entre si creando ángulos de 90° en los que se pueden colocar de forma horizontal, vertical u inclinada cada gran amigo, cada gran libro que tengamos.

¿Lo mejor? parece que volara, y si te gusta este tipo de diseño empotrado y en el aire, este libro de ideas de va a encantar.

Dos o más en Uno

En espacios pequeños o simplemente si somos amantes de sacar el mejor provecho de cada pieza en cada lugar, esta pequeña estantería busca diferentes formas de adaptarse, conversar y funcionar en el entorno.

A base de esquinas, solo se podrán colocar algunos libros pero esta estantería empuja los límites de los esperado y deja un pequeño espacio a 1/4 de su origen por el cual puede pasar le cuerpo de la bicicleta y colocarse en una de sus repisas que se ha ahuecado para ello.

De esta forma este pequeño estante funge de micro-librero y garage de bicicleta. ¿Qué más se puede hacer no?

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